domingo, 15 de julio de 2012

Ya nunca estabas.


Ya nunca estabas.

Y si llega el día en el que las cosas empiezan a dejar de ser igual de bonitas como al principio, en el que por lo mínimo comienza una pelea, en el que se empieza a desconfiar el uno del otro, pero sin embargo en el fondo de tu corazón sabes que la quieres, y que es imposible que algún día lleguéis a separaros.
 Pero sin saber ni cómo, ni porque llega el día en el que ya no está sentada en el mismo banco que tú, en el que ya no os miráis como antes, en el que las cosas cambian, y de repente comenzáis a separaros, a hacer nuevas amistades…
 Hasta que llega el día, que te das cuenta de que ya no está a tu lado, de que han pasado los meses y os habéis ido distanciando día tras día, ese momento en el que sin saber porque habéis dejado de hablaros, en el que ya no compartís días inacabables, en el que las miradas dejan de decir lo todo.
El día que te tumbas en la cama, y sientes que has perdido algo esencial en tu vida, y te das cuenta de que a lo mejor es demasiado tarde para recuperar lo, o simplemente no estabais echas totalmente para estar juntas.
El momento en el que te das cuenta, de que te faltan sus abrazos, sus besos, y que empiezas a comprender, que por doloroso que sea, no volverá.

¨Y al llegar la mañana no me di ni cuenta, de que ya nunca estabas¨.




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