sábado, 18 de octubre de 2014

 Qué bonito cuando alguien te dice que cree en ti. En tu desastre. Y te sonríe. Y sin querer, vuelve a arreglar algo que se había roto.


Tener a esa persona que nada más verte llegar vaya hacía a ti a pegarte el abrazo más grade del mudo como si hiciera un siglo que no te ve, alguien con quién valga la pena perder el tiempo, alguien con quién aprender cosas nuevas, alguien con quien reír entre beso y beso, al que le encante hacerte rabiar tan solo para ver lo bonita que te pones, esa persona que me quiera por mí y por él cuando yo no sepa hacerlo, ese alguien que este a las buenas y a las malas pero que sobre todo no me falte en las peores, el que sepa reconocer a la primera mis días malos y los convierta en días inolvidables, esa persona que me sepa esperar, a la que no le corra prisa y desee una historia inolvidable  a mi lado, ese alguien que no tire la toalla a la primera de cambio y luche por algo eterno, alguien que me cuide, que me sostenga cuando este al borde del abismo y me quiera tal y como soy.