lunes, 21 de julio de 2014


Hace días que anda con la mirada pérdida, la veo vagar por un mundo paralelo, de vez en cuando suele mostrar una temerosa sonrisa cree que así nadie preguntara que ocurre, sus ojos señalan al horizonte pero no sé descifrar que es lo que mira, se mueve con sigilo entre los pasillos, y oculta su rostro tras una larga melena, ya no recuerdo la última vez que la oí hablar, pero no hablar de un ¿Qué ha mandado el profesor?, ¿Cuándo era el próximo examen? no, saber realmente que es lo que piensa, lo que estará pasando realmente por su cabeza, en fin nadie lo sabe, ya no se muestra  ante la gente prefiere esconderse tras las sombras, deja que los demás actúen a su alrededor mientras ella tan solo observa, aunque a veces no lo parezca se da cuenta de cada mínimo detalle, y entre tanto la gente pasa por su lado y no se dan ni cuenta, se sienta en el banco del parque de al lado de su casa y observa a la gente pasar, a las ardillas trepar los árboles, a las hojas desvanecerse, escucha el canto de los pájaros, y el llanto de los niños, cierra sus ojos mientras cae una lágrima por su mejilla, el gesto de su rostro cambia, y sale corriendo, quiere huir, que todo el dolor desaparezca, dejar lo malo atrás, no se da cuenta, un coche gira la esquina a toda velocidad, lo intenta, trata de avisar la, ella para, no quiere seguir aquí, no así.