Una llama.
Y que son
los días sin una ilusión, sin algo en lo que pensar, sin alguien con el que
reír, poder disfrutar, compartir, dar y recibir, y es que la vida nos va
poniendo barreras, y dando caídas, pero llegas tú, y revives las cenizas, haces
bombear un corazón y latir más rápido, y me miras y enamoras, y que me digas
ven aquí que te necesito, y me beses y me muerdas, y no hagas desvanecer esa
sonrisa, y sigamos día tras día, y ser la envidia, y la alegría de muchos, seguir hacia delante esquivando cada bache, y no parar hasta encontrarnos, y
conseguirlo, y volvernos locos cada noche, sin pensar en lo demás, y querernos
hasta que duela, y curarlo al despertar.
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