Como una luz al final del túnel.
Que un daño ya no se cura con
esparadrapo y celo, que en esta vida las cosas giran y dan vueltas y te vuelven
a dejar dónde estabas, sin saber cómo reaccionar, sin saber que paso dar, como
seguir, y el camino es largo y a veces cuesta arriba y sin final, pero sabes
debes seguir porque aun que no la veas en algún momento, ella dejará asomar un
rallo de luz a lo lejos, como una guía en un oscuro pasadizo, algo que te hará
sentir como en casa, a salvo, sin muros ni murallas que puedan hacerte retroceder, que te empuje y no
deje caer, con solo la esperanza de algún día llegar a la meta, tan lejos pero
tan cerca, tan existente como invista, y con ella te deje caer en la rutina de
una vida en armonía, con defectos y virtudes, con prados y ciertos baches,
calor de hogar y emergentes recompensas.
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